El pasado 15 de Marzo pudimos asistir a la Casa Encendida de Madrid para ver a Vetusta Morla, y te lo contamos todo aquí. ¡Sigue leyendo!
Además de esta gran banda tocaban otras tan importantes como Supersubmarina, Trajano!, Joe Crepúsculo, Anni B. Sweet o La habitación Roja, y ¿hemos dicho que la entrada era libre? Afirmativo. Pero como todo lo gratuito en nuestro país nunca pasa desapercibido, la cola para conseguir las invitaciones (una por persona) era interminable y con una organización digna de mejora en ediciones futuras.
Después de una larga espera, durante casi toda la tarde aunque algunos llevaban desde primeras horas del día, las puertas se abrieron y las entradas comenzaron a repartirse entre los devotos asistentes .
Antes de Vetusta Morla, estuvimos ojeando un poco el ambiente y vimos alguna cara conocida en la cafetería. Después, podíamos ver a Supersubmarina desde unas plantas más arriba y a través de unas ventanas, pero decidimos subir a la terraza a disfrutar de los DJs de RNE3, que se marcaron temazo tras temazo hasta las 9 de la noche. No cabía ni un alfiler y los que estábamos dentro no podíamos parar de bailar.
A las 9:30 de la noche, puntuales como un reloj, subieron al escenario nuestros chicos de Tres Cantos (Madrid). Ya su presencia creó varias conmociones que se respiraban en el aire. El concierto aunque corto y en acústico (constaba de seis temas, con una duración justa de media hora) fue muy especial para el vínculo grupo-fan ya que no echaron precisamente mano de los temas singles. Fue mucho más íntimo a pesar de la enorme afluencia de público.
Abrieron con una gran tema de su discografía: "Los buenos". Ya en los primeros arpegios la gente estalló y la pudimos corear todos como una profunda reflexión, como si fuera nuestra última noche en el mundo. Ya desde el primer momento nos tenían a los que nos acostumbra Vetusta Morla, a tenernos hipnotizados y encantados. Pero más sorprendente fue lo que vino después.
Los primeros jugueteos de guitarra nos desvelaron "Rey Sol", uno de sus temas más antiguos de su primer gran disco "Un día en el mundo". El ambiente era mágico. "Golpe maestro", una de las más esperadas de la noche, retumbó con su ritmo vertiginoso, aunque en una versión acústica obviamente no le quitaba fuerza alguna al tema. El mismo sentimiento rondaba entre el público y los propios músicos que daban el 100% de ellos mismos. Las filosóficas letras se oían casi al nivel de Pucho y aquí podemos entender que estamos ante una de las grandes bandas del panorama ya no solo indie, si no del rock español, que más fans fervientes da.
Siguiendo con su último trabajo, el que fue disco de oro "La Deriva", nos regalaron "Fuego" que fue una gloria escucharla. Este tema nos sonó especialmente bien ya que su dinámica original no cambia mucho en relación con estos directos más acústicos. Un olor a los misteriosos Radiohead es lo que reinaba en aquel patio. Antes de proseguir con "Una sonata fantasma", Pucho explicó al público que la letra era un soneto de Shakespeare, y después de acabar este gran tema, jugaron con marcharse pero nos dejaron finalmente con la canción homónima de su último álbum: "La Deriva", un tema que derrocha optimismo, luz y esperanza. Podríamos decir que la canción más representativa del concepto del disco.
Así, aunque corto, fue intenso. Vivimos todos un canal de emociones donde los fans salieron, como no, con una sonrisa en la cara y una extraña sensación de haber vivido un hechizo.
Fotografía: Laura (Gramolona)
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