Reseña: AC/DC - Rock or Bust

Con las entradas totalmente agotadas para su próximos conciertos en España, os traemos la reseña del último disco de AC/DC, "Rock or Bust"que teníamos ya preparada para entonces, para que vayas calentando motores si aun no lo has hecho.

Decimosexto álbum de la mítica banda de hard rock. Estamos hablando de “Rock or Bust” de AC/DC. El dicho “los viejos rockeros nunca mueren” se vuelve un tatuaje imborrable con AC/DC, ya sea sin media pata de la mesa o sin cubiertos. Aquí el rock esta servido. Y es que la salida Malcolm Young (debido a su demencia), y la reciente polémica con Phil Rudd (bateria) demuestra que AC/DC “volvera en negro”, sin Malcolm y con otro batería si hace falta, pero no dejara que el mundo se quede sin su rock eléctrico.

Con ellos y su último trabajo no podemos hablar de una renovación ni de ningún fracaso, pero tampoco de volver a su época dorada. AC/DC se mantiene relativamente en su línea, haciendo aquello de lo que son expertos. Estribillos potentes, llenos de coros épicos, riffs de guitarras cortantes y solos como el rock manda. El homónimo del álbum fue lanzado como un puñetazo más en su larga discografía, tema bluesero rabioso con la voz radiante de Brian por muchos años que pasen.

“Play ball” es el principal del single. El trabajo de Angus a las cuerdas es esmerado en lo que al hard rock más primitivo nos referimos. El estribillo, “Let's play ball”, nos transporta una vez más a un viaje salvaje por la carretera del infierno. Podemos señalar unos muy mínimos jugueteos en medio de su demoledor rock orientados a formas sesentonas en los temas “Got some rock'n'roll thunder”,donde las guitarras nos hacen bailar apoyadas por una batería firme que se combina con palmas, y en “Batpism by fire” donde el tema se sostiene en un “enrevesado” riff alucinógeno y pegadizo.

“Miss Adventure” es uno de los temas más sueltos del álbum que juega con formas más modernas en el ritmo del riff. Tiznado por bárbaros “nanananana” que motivan a cualquiera. Una pincelada más melódica armónica la reencarna “Rock the blues away”. Es uno de esos temas que si lo pasáramos a una canción folk, tocada a acústica valdría, pero esto es AC/DC. A la primera escucha nos recuerda irremediablemente a “You shook me all night long”.

La declaración sexual a un bombón que se derrite en las llamas esta servida en “Sweet Candy”. Creemos evidente la mención a “Dogs of war”, una canción peleona y la más oscura de todo el disco. Unos cuantos trasteos más con la guitarra eléctrica de Angus dan la inspiración para otro disco más de los invencibles AC/DC. No va a ser un álbum que diga algo más de lo que ya son. Tampoco una decaída en relación a “Black Ice”. Simplemente AC/DC sigue sobreviviendo en el rock y honrando su nombre.