viernes, 15 de mayo de 2015

Crónica: Swim Deep + The Voyeurs + Zeno and The Stoics (29/04/2015, FIB Master Madrid)


Gramolona pudo acudir a la cita especial que celebraba el FIB en unión con Ticket Master para presentar el festival: FIB Master. Una nueva edición (la nº 21) que este año se nos presenta mucho más ambiciosa y potente con un cartel especial para los nostálgicos del britpop.

Y como traer al Teatro Barceló a Noel Gallagher o a Blur era mucho o directamente no tiene sentido, tuvimos la agradable oportunidad de poder disfrutar de la música de por así decirlo las nuevas promesas descendientes del britpop.

La tarde noche empezó con Zeno and The Stoics, un grupo de rock and roll muy clásico, aunque en ocasiones con cierto espíritu más alternativo. El fallo, no terminaron de conectar con el poco público que estaba en aquel momento en la sala, y se les notaba algo incómodos.

Poco antes de las nueve de la noche, aparecieron sobre el escenario los británicos The Voyeurs con una pinta y un estilo un tanto de rockstar ochentero y decadente. En sus peinados podíamos denotar esa influencia de grupos como Inspiral Carpets y ese corte a lo "garçon" de los años 60.
Arrancaron con un enérgico "I Watch You", guitarras distorsionadas y un sintetizador de feria nos hicieron ponernos a saltar a  todo el mundo. Cierta actitud como hemos dicho, decadente, nos recordaba a The Horrors y por otro lado una chulería en su cara rockera nos hacía memoria de esos salvajes Black Rebel Motorcycle Club. Prosiguieron con "Train to minsk", tema con el que abre su último disco, Rhubarb Rhubarb.


Tenemos que decir que el estilazo que derrochan es impresionante. Los riffs rock'n'rolleros, y esos coros un tanto punk consiguieron hacer un directo divertido y apetecible que se ajustó al parámetro ideal de los fans y de los que estaban viéndolos por primera vez. "Choke", por ejemplo, un tema ya perdido de los inicios, sonó por todo lo alto.
Desde ese momento. el setlist entró en su último trabajo de lleno, y la disposición del repertorio fue agotadora, tanto para ellos como para el público (y si no que se lo digan a Austin, vocalista de Swim Deep, que se encontraba entre el público viéndolos).

"Rhubarb, rhubarb" y "Stunners" daban signo de que la actuación de The Voyeurs llegaba a su fin, pero estirando un poco más, dejaron para la guinda del pastel la rockera "French fancy", que justamente da fin a su debut.

Después de una muy buena actuación de The Voyeurs, las ganas y la impaciencia del público por que apareciesen Swim Deep se respiraba en el ambiente. Quizás los fans esperaban como agua de mayo un concierto cargado de los temas de "Where the Heaven Are We", pero se veía ya desde un principio que esos chicos de Birmingham habían venido a pisar fuerte con su nuevo disco, que por cierto aún no ha salido.

Así subieron al escenario con una actitud encantadora y risueña al son de "Fueiho Boogie". Desde el minuto primero del concierto, nos pudimos hacer una idea sobre la dirección que va a llevar el nuevo álbum: Madchester, britpop, psicodelia y dance se entrelazan dándonos una vitalidad en la pista como no se veía desde Happy Mondays o The Stone Roses. Con la guitarra casi en el pecho, Austin comenzó a rasgar las primeras notas de "Honey" y nos sumergió en esa especie de paz y oscuridad encantadora que nos muestra esta canción. Obviamente la reacción del público y los fans fue fantástica.

"Red lips I know" fue la siguiente. Si bien a diferencia de la anterior, es un tema que puede que no guste tan masivamente, pero esa psicodelia con esa carga de acento y raíces más que británicas a nosotros nos puede. Y por lo que parece que coincidimos con Austin, que es una con las que más disfruta cantando en directo. La puesta en escena era sublime, aunque en la estética han cambiado un poco hacía peinados más sesenteros, camisas metidas en pantalones de pitillos, y en definitiva, una imagen mucho más britpopera: Zach con esas pintas de niño bueno y rebelde a la vez tocando la batería con una felicidad contagiosa, James con un aspecto un tanto bíblico manejando el laborioso trabajo de los teclados, Cavan deslizando sus manos en el mástil del bajo con cierta ropa de glam-rock y Tom a la guitarra con esa soberbia y evasión de músico inglés.

Entre otras, que estarán en el tan esperado álbum, tuvimos el placer de escuchar "Namaste" y "One great song and I can change the world". El caso, es que por mucho que los fans gritaron "The Sea", ese día se la reservaron, aunque nos regalaron en directo temazos ya legendarios en su repertorio como "Francisco", "She Changes the Weather" y la gran "King City".

"To My Brother" también nos hizo vibrar en la sala. Es su nuevo single, como anteriormente hemos dicho, psicodelia y dance se dan la mano transladándonos a la música de Manchester, esas ciudad que tantos grupos e ilusiones nos dió en el panorama del rock alternativo. A nosotros nos encanta.

En definitiva, en directo nos han gustado mucho más los nuevos temas. No hay duda alguna que muchas veces hay que esperar a los directos y darles una oportunidad antes de juzgar la grabación. Si bien es cierto que la entrada de James ha cambiado los esquemas del grupo, pero tampoco es malo explorar e innovar nuevos registros. Al fin de cuentas, lo llevan en la sangre. ¿Estamos ante los nuevos Stone Roses? Tiempo al tiempo.

Disfruta de la entrevista a Swim Deep que pudimos hacer aquí.

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